Monday, January 29, 2007


LOS ASES DEL TAROT
LAS COPAS
Este artículo es para mis alumnos y para todos aquellos que estén interesados en la práctica del Tarot

Las copas representan el elemento Agua, esta es una fuerza complicada de manejar ya que no posee forma, sólo se la puede retener con objetos que formen un vació donde ella pueda tomar su figura, un vaso, una copa, etc. Todos sabéis que los líquidos tienden a escapar, a buscar su libertad.
La fuerza de las copas reside en el mundo emocional, son las dueñas de la relaciones humanas, del amor, la amistad, la proximidad de un ser hacia otro. Es la energía que nos impulsa sin saber porque a encontrarnos con almas afines para compartir con ellos nuestros sentimientos, y de forma especial con el ser amado.

Su potencia es devastadora, sin ella no sentiríamos el deseo y la necesidad de unirnos a otras personas en busca de nosotros mismos. Maneja los sentimientos, el mundo de lo romántico, del placer, de la alegría. Es la fuerza de todos los fluidos en movimiento, la necesidad de compartir, de hacerse uno con el otro. Las copas van de la mano de la felicidad, es a través de ellas como sentimos el placer y el gozo, pero también el dolor, y la tristeza cuando no somos correspondidos. Es el palo del sentir, pero ese sentir tiene dos caras, la alegría y el placer, en su cara buena, la pena y el dolor en su cara mala. De hecho todos los palos tienen dualidad.

Son también cartas espirituales, marcan la búsqueda interna, la necesidad de unión a una fuerza superior más allá de nosotros mismos. Es la energía que nos aparta de lo material para adentrarnos en reinos más sutiles menos estables y conocidos.

La intuición también se asocia al elemento agua, ella es la que nos pone en alerta, la que nos avisa, es como un sentido más, es esa forma de conocimiento inconsciente que no tiene una estructura racional.

Las copas nos hablan del mundo de la pareja. El enamoramiento adolescente, las fluctuaciones y la inestabilidad que provocan estas situaciones. El matrimonio como forma de vida. Aunque también puede hablar de sexo, este se asocia más al palo de bastos, que es una energía más pasional, pero no hay que excluirlo también en este palo, que sería la necesidad de hacer el amor con la persona amada. Las asociaciones de todo tipo, el compartir la amistad, las relaciones humanas, las celebraciones y fiestas de amigos o familiares todo ello viene indicado por ellas.

El sentir del alma se expresa a través de las copas, es la belleza de un jardín cuidado, es la emoción que sentimos al leer un poema que nos toca el corazón, el gozo de una obra de arte. El mundo de la sensualidad, el arte de seducir, el placer de amar, el gozar de una puesta de sol o del rumor del oleaje. A través de este palo es cuando sublimamos la energía material y la transformamos en energía espiritual. Nos conduce a una búsqueda interior, de nosotros mismos.

Las personas copas son poco prácticas y pecan de una falta de lucha o ambición, son un tanto inestables, de emociones fluctuantes, ahora están alegres ahora tristes, muchas veces sin una justificación aparente. Se suelen dejar llevar por las circunstancias pues son pasivas, imaginativas, y muy receptivas.

Al palo de copas atribuimos a poetas, pintores, escultores y todo cuanto tenga que ver con la belleza, el placer, el arte.

EJERCICIO DE RELAJACIÓN CON EL AGUA

Cuando estemos estresados podemos realizar una práctica de imaginación conciente muy beneficiosa. Nos sentamos en un lugar cómodo, respirar diez veces profundamente para comenzar a relajar el cuerpo y la mente. Luego solo consiste en imaginarnos caminar en un lugar donde hay mucha agua. Por ejemplo nos podemos imaginar un río cristalino con sus cascadas y remansos que desemboca en un mar transparente.
Entonces con la ayuda de nuestra imaginación conciente buscamos entrar en contacto visual con el río, observamos un río cristalino, vemos una cascada hacia donde nos dirigimos en donde sentimos que el agua está tibia, la temperatura es agradable, sentimos como el agua recorre todo nuestro cuerpo relajándolo paulatinamente, sentimos como la fuerza del agua va relajando músculo por músculo. Sentimos cuando cae el agua sobre nuestra cabeza como todas nuestras preocupaciones van desapareciendo, quedando nuestra mente completamente serena.
Luego nos metemos en el río en un remanso de aguas tranquilas y cristalinas donde nos bañamos placidamente, podemos ver el fondo, los peces, los guijarros. Sentimos cuando nadamos como el agua se discurre por los dedos de la mano.
Vemos que ese río nos conduce al mar en donde se ve una playa extensa de arenas blancas donde el sol se refleja en cada ola que llega hasta la orilla. Sentimos la arena blanda y húmeda que nos acaricia debajo de los pies.
Para finalizar la práctica nos imaginamos abrir los brazos frente al mar y sentir la suave brisa marina que nos va limpiando de toda tensión, temor o preocupación que podamos tener.